A la hora de decidir en qué
activos colocar el capital, los agentes tienen en cuenta tres variables: - Riesgo - Rendimiento - Liquidez El análisis de estas tres
variables puede ser realizado en forma consciente o puede estar implícito en la
decisión sin haberse realizado conscientemente.
Riesgo
El riesgo es la
probabilidad de perder todo o parte de lo que estamos invirtiendo. Básicamente,
la fuente de riesgo es la incertidumbre, que proviene del hecho de que no se
puede saber exactamente lo que sucederá en el futuro. No se puede adivinar cual
va a ser el precio del dólar o de una acción. Las decisiones se toman con una
expectativa de ganancias, que en el futuro se pueden realizar o no.
Rendimiento
El rendimiento es lo que
uno espera obtener por encima de lo que se está invirtiendo en el mercado. Hay
una relación directa entre riesgo y rendimiento, es decir, un activo financiero
que ofrezca mayor riesgo, usualmente tiene un mayor riesgo implícito (aunque no
se perciba). El rendimiento se puede ver como el incentivo que tienen que tener
los agentes para vencer la natural aversión al riesgo.
Liquidez
La liquidez es la velocidad
con la que un activo puede ser convertido en otro. El activo más líquido es el
dinero, el resto de los activos tiene distinto grado de liquidez.
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