miércoles, 25 de enero de 2012

Finanzas Corporativas Aplicadas a Venezuela


Finanzas en el Siglo XXI: ¿Hacia dónde va Venezuela? es la interrogante a plantearnos

Determinar el riesgo de invertir en Venezuela se ha hecho cada vez más difícil. Tradicionalmente en Latinoamérica y otros países emergentes, se ha instituido la práctica de añadir una prima de riesgo país al rendimiento estimado de empresas estadounidenses. La facilidad de usar como referencia el rendimiento de empresas estadounidenses se basa en la multiplicidad de opciones de empresas "comparables" disponibles en ese mercado.

Siempre ha existido una discusión sobre la mejor manera de incluir el riesgo país al evaluar inversiones. El riesgo país podría incluirse al considerar distintos escenarios y sus probabilidades de ocurrencia. Sin embargo, la práctica más generalizada, por su simplicidad, es el incluir en la tasa de descuento el spread de rendimiento de la deuda soberana del país en cuestión, con respecto a instrumentos comparables del tesoro norteamericano.

Ahora bien, la situación en Venezuela nos presenta un caso atípico. El referido spread de la deuda soberana venezolana presenta actualmente valores históricamente bajos, dado los altos precios del petróleo y por tanto la percibida buena capacidad de pago del Estado. No obstante, la alta volatilidad del mercado de valores local y el bajo nivel relativo de inversión que se observa en el país nos hace pensar que el riesgo percibido para inversiones en el país no es así de bajo. No es lo mismo la capacidad de pago del Estado que el riesgo que percibe un inversionista al meter su dinero en Venezuela; esta disyuntiva nos obliga a ser "más creativos", a la hora de justificar cuánto tiene que rendir una inversión en Venezuela.

Además del riesgo de invertir en el país, otra elemento que puede impactar en el desempeño de las empresas venezolanas es la implementación del gobierno corporativo, entendido este, citando a la Corporación Andina de Fomento, como un conjunto de prácticas formales e informales que gobiernan las relaciones entre administradores y todos aquellos que invierten recursos en la empresa, y entre los accionistas y socios.

La experiencia internacional muestra que un buen gobierno corporativo está correlacionado con un mejor desempeño operativo y un mayor valor para las empresas. Estudios sobre mercados emergentes han encontrado que tener buenas prácticas de gobierno corporativo en los países con ambientes legales más débiles, lejos de ser una exquisitez, cobra aún una mayor importancia para el valor de las empresas. En este sentido, el sistema legal importa menos para empresas "bien gobernadas."

Una excelente propuesta para fomentar mejores prácticas de gobierno corporativo es el promover un indicador que refleje el porcentaje de buenas prácticas de gobierno corporativo que la empresa a medir cumpla adecuadamente, según los códigos internacionales sobre el tema; en mercados emergentes, estos índices de cumplimiento usualmente están entre 30% y 60%. Instituir un índice al cual las empresas venezolanas se sometan voluntariamente y donde se premie a las mejores, aunque sea simbólicamente, contribuiría a promover mejores prácticas en el país. Finanzas en el Siglo XXI: ¿Hacia dónde va Venezuela? es la interrogante que debemos plantearnos, para alcanzar el éxito ante los retos que le depara al país y sus empresarios.

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